Orientación
Adaptarse
Pensando en todos los jóvenes que este año se enfrentan a la excitante idea de elegir su futuro profesional, no dejo de darle vueltas a cómo la vida nos sorprende con situaciones imprevistas, y en cómo la situación actual será un gran aprendizaje para ellos. Este año no tendrán graduación, ni podrán cerrar esta etapa como tenían pensado.
El mundo se está acomodando a una “nueva normalidad” y, al igual que aquellos que tenemos la vida más o menos encaminada, deben aprender a adaptarse a esta extraña realidad, en la que no emprenderán, del mismo modo, el ansiado viaje. Y tampoco lo vivirán igual más adelante, porque ya no será lo mismo, será otra cosa; más pensada, más madurada, diferente. Pero hay algo positivo en esto; la pandemia mundial del Covid-19 les ha dado una gran lección, enseñándoles, sin querer, a ser flexibles y adaptarse a los imprevistos que nos producen cambios en el día a día.
El futuro es incierto para miles de jóvenes, y esta experiencia, grabada a fuego, les servirá como una gran elección para la vida y su futuro profesional.
La Decisión
Cuando nos enfrentamos a la difícil y afortunada tarea de plantearnos nuestra vocación, un sinfín de dudas surge en nuestra cabeza. Incluso pensamos en aquellos sueños que en nuestra infancia imaginábamos con todas nuestras fuerzas. Queríamos ser detectives privados, súper héroes y súper heroínas, futbolistas de élite, astronautas… Ideas que la mayoría de nosotros descartamos, pero que en cierto modo nos empujan en una dirección u otra, a la hora de decidir nuestro destino profesional.
Una vez decidido ese camino, creemos que nuestra elección será pasa siempre, sin ser conscientes que la vida puede poner esa decisión del revés en cualquier momento. Lo que está claro es que, pase lo pase en nuestro futuro incierto, esta elección ayudará a construir los cimientos de nuestra vida, siendo la base sobre la que se asentará nuestro porvenir.
Cuando elegí ser psicóloga, no sabía que me dedicaría al mundo de la empresa, a la gestión del personal, o a los negocios, pero tenía claro que quería prepararme para orientar a las personas, ayudar a los demás a encontrar su camino, a mejorar, ayudarles con su búsqueda de la felicidad.
La mayor sorpresa para mí, fue que a la persona que más ayudaría durante este proceso, sería a mí misma; porque en cada consejo, en cada estrategia elegida, en cada tratamiento… aprendo y abro mi mente, cada vez más, hacia las miles de posibilidades y perspectivas de la vida y de cada individuo, incluida yo misma. Solo puedo estar agradecida por tanto aprendizaje, y por cada persona que se cruza en mi camino, ayudándome a replantear mi viaje y a crear una ruta alternativa, cuando es necesario crearla.
Con esta decisión tan importante, tienes que ser fiel a ti mismo. Necesitas encontrar tu esencia, atreverte a mirar en tu interior y descubrir quién eres y qué deseas, para elegir el camino correcto hacia tu felicidad. Las mejores elecciones se hacen con el corazón, la razón, muchas veces, solo nos nubla la realidad y nos impide ver aquello que está delante de nuestros ojos. Por eso, es importante reflexionar esto: No soy quien debería ser, ni quien esperan que sea, ni quien me gustaría ser. Soy quien soy.
Sé tú mismo
La clave de todo es aceptarnos como somos, con nuestras dificultades, con nuestras virtudes y “defectos”. Ser consciente de esto te ayudará a decidir un camino para emprender.
Por supuesto, y como siempre digo, por mucho que planifiquemos cada paso que queremos dar, la vida se encarga, a menudo, de poner todo patas arriba. Por lo tanto, tienes que estar preparado para adaptarte al cambio. No dar por sentado tu futuro, te deparará un futuro mejor.
Entonces, cuando pienses lo que te gustaría estudiar, piensa en quién eres, busca tu esencia, lo que te hace único, lo que te hace ser TÚ. Ahí está la respuesta sobre tu futuro. No te preguntes qué quieres hacer, pregúntate quién eres. De esta manera, hagas lo que hagas, estará en sintonía contigo. Por este camino, siempre encontrarás la meta.
No importa si al final eres maestro, medico, ingeniero, entrenador de futbol, artesano, cocinero o psicólogo. Lo que importa es que lo hagas con pasión y que puedas desarrollar tu creatividad, para que tu potencial se multiplique. Escúchate, elige algo que te guste, que te haga sentir lleno, satisfecho, que sientas que puedes aportar algo a los demás, y al mundo, y así descubrir que no hay mayor recompensa que sentirse realizado como persona, y profesionalmente, siendo fiel a ti mismo.
Entonces, antes de pensar qué carrera elegir, piensa qué camino quieres tomar, cuál es tu esencia, qué lugar en el mundo quieres ocupar. Luego ya se verá hacia donde te lleva todo esto.
Hay que dejarse llevar y seguir lo que te marca tu corazón, aunque la sociedad te diga que no es rentable, que las estadísticas digan que tu travesía no tiene salida laboral, que la tasa de desempleo es alta, o que es una decisión infantil. Elije con el corazón y tu senda se abrirá, porque los grandes deseos crean grandes trayectos, y cuando disfrutas haciendo algo, no hay metas que no se puedan alcanzar.
Disfruta cada etapa. Aprende, experimenta, equivócate…
No te juzgues. Escúchate, y así, si el futuro te cambia el rumbo, o te cambia a ti, seguirás tomando las decisiones acertadas, porque saldrán de ti. Y solo tú tienes la respuesta a la pregunta; ¿quién eres?
"No soy quien debería ser, ni quien esperan que sea, ni quien me gustaría ser. Soy quien soy." Esta frase deberíamos aplicarla en todos los momentos de nuestra vida.
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